miércoles, 22 de diciembre de 2010

… más de navidad.


En la entrega pasada nos dedicamos a resaltar las cosas que solemos hacer en esta época, de manera chusca, pero en mucho muy cierto; sin embargo esta semana y con Noche Buena en puerta creo que es bueno hacer una pausa y tomárnoslo en serio.

La navidad y en especial la Noche Buena son fechas muy emotivas para todos, su mensaje es simple de entender, nos habla de un niño que un día nació rodeado de carencias y que ni siquiera tuvo un lecho digno para dormir la primera noche de vida, pero cuya misión era enorme a comparación de la que cualquiera pudiera llegar a tener.

Para los católicos es la llegada de nuestro salvador, sin embargo creo que para los que no son creyentes también debe de representar algo, ya que, esta noche nos trae recuerdos muy bellos.

- ¿Quién no recuerda cuando niños, todos los preparativos que mamá hacia para la cena?

Me imagino que todos, y que rico también era sentarnos en torno a los manjares, ¡esos si eran verdaderos manjares!.

Con el paso de los años perdimos el piso y confundimos la verdadera escencia de estas fechas (bueno creo que de casi todo), nos confundimos con las luces de neón que venden algo y preferimos adquirir los platillos gourmet más caros de la mejor tienda de la ciudad y el vino tinto de la mejor cosecha, en lugar de simplemente decir a mamá que nos prepare aquel pollo que ella misma rostizaba y la crema de espárragos, que para nuestros pequeños paladares resultaba un pedazo de gloria celestial, amor y ternura de mamá, todo al mismo tiempo.

Que interesante sería si ya no está con nosotros nuestra progenitora, tratar de recrear sus recetas y presentarlas a nuestros hijos, amigos y familiares, tal cual ella lo hacía, pero los años nos hacen muy tontos y pensar en ello inclusive nos apena.


Ese es el verdadero significado, todos deberíamos de recordar lo bueno que fuimos en algún tiempo de nuestras vidas, con virtudes y defectos, fuimos niños soñadores, adolecentes impacientes y nunca imaginamos que la vida nos jugaría tan mal. Nunca nos detuvimos a contemplar el esplendor de nuestras casa, así hubiese sido una mansión ó una humilde morada, simplemente era nuestro mundo, con colores y olores que nunca más regresarán.

Con más de tres décadas de vida puedo decirles que nada en este mundo nos hará festejar con tanta alegría como retomando nuestra verdadera personalidad, así, simple, sin pensar en que dirán si llego en el mismo auto del año pasado, si el vino ó postre que traigo no es bueno, si mi ropa es de la temporada pasada.

Yo creo que fue el verdadero Dios quien nació en aquella noche, para los que no, solo miren que su trabajo fue duro, su vida corta y llena de carencias, al final su mensaje queda:

"Todos sin importar nuestro origen tenemos la posibilidad de alcanzar la felicidad, sea cual sea el nombre que le demos."

Esta semana la frase es larga pero creo que podemos analizar mucho de ella; se las dejo con mis mejores deseos:

Pasemos estas fechas en completa armonía con todos. Debemos dar perdón, pero empecemos por perdonarnos a nosotros mismos, el pasado ya fué y del futuro poco sabemos, solo tenemos el presente y de él si somos dueños.

FELIZ NAVIDAD EN CADA HOGAR Y EN CADA CORAZON!!!

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